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Bangladesh

Ensemble folklorique national « Mohua »

MOHUA

 La cultura de Bangladesh tiene dos mil quinientos años y es una mezcla compleja de varias culturas y religiones entre las cuales están el hinduismo, el jainismo, el budismo y el Islam. Encuentra su inspiración en la geografía atormentada de este país. Bangladesh se sitúa en el delta plano y bajo formado por la confluencia del Ganges y del Brahmaputra. La parte más grande está a menos de doce metros encima del nivel del mar y alrededor del diez por ciento del territorio está ubicado debajo del nivel del mar. La inmensa mayoría de las precipitaciones caen durante los cinco meses del monzón o sea de junio a octubre. Es uno de los países más densamente poblados del mundo. 

El conjunto folklórico presenta fuertes influencias de la cultura popular de este país nacido de la división de la India en 1947. Después de esta el país estuvo bajo el dominio del Pakistán, denominándose el Pakistán Oriental. 

A la geografía y a la vida institucional atormentadas, corresponden una cultura secular que es el cemento de la sociedad. Creado en 2006, el conjunto folklórico nacional “Mohua” tiene la vocación que la expresión de la cultura popular sea profesional y que se conozca en el mundo entero. El país no poseía tal institución hasta la formación de este ballet: la transmisión de la cultura estaba en peligro. 

Nuevo estado para una antigua nación, Bangladesh tiene una cultura popular que comprende elementos nuevos y antiguos. Hay una rica tradición de canciones folklóricas, con palabras que hablan de espiritualidad, misticismo y devoción y sobre todo de amor. Se reconocen las tradiciones “bhatiali”, “baul”, “marfati”, “murshidi” y “bhawaiya”. El conjunto está ritmado por varios instrumentos de música, entre los cuales la flauta de bambú (banshi), los tambores (dole), un instrumento sencillo con una cuerda llamada “ektara”, un instrumento de cuatro cuerdas llamado dotara, y los mandira (pequeños instrumentos de percusión de metal). 

La cultura popular se transmite por trovadores místicos que viven en el campo. Su música popular y su modo de vida influenciaron una gran parte de la cultura bengalí. Pueden vivir constantemente cerca de un pueblo o pasar de un pueblo a otro. Se ganan la vida cantando, acompañados por un tambor. No se identifican con ninguna religión en particular, ignoran el sistema de castas y dioses, templos o lugares sagrados particulares. Dan mucha importancia al cuerpo físico del individuo como lugar donde se encuentra Dios. Se les admira por su desapego a las convenciones y por su danza y poesía. Son los símbolos de la cultura bengalí en la cual la poesía, la música, los cantos y bailes exploran la relación del hombre con Dios y la liberación espiritual. 

El conjunto folklórico nacional “Mohua” va por este camino. Les seducirán la belleza de sus trajes y la fuerza de sus danzas, y sobre todo el equilibrio y la potencia de su espectáculo. Como si Bangladesh necesitara por fin una cultura popular para existir de otra manera que por el desencadenamiento de elementos que forman su actualidad. 

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