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Taiwan ROC

Ensemble folklorique « Yuan Yuan Dancing Group »

    YUAN YUAN DANCING GROUP

    Las huellas de la ocupación humana en Taiwán se remontan a mucho tiempo atrás. Se han encontrado restos humanos de hace treinta mil años, datados por carbono. Alrededor de cuatro mil años antes de Cristo, los antepasados de las poblaciones austronesias actuales llegaron a Taiwán desde el sudeste de China. Las culturas austronesias se desarrollaron sin grandes interferencias externas hasta la llegada de los europeos.

     

    En 1542, una expedición portuguesa, que se dirigía a Japón, divisó por primera vez este gran confeti en el Pacífico, a ciento ochenta kilómetros de la costa de China. Ante los frondosos acantilados que perforaban el azul celeste, los marineros sólo pudieron exclamar: «Ilha formosa», «la isla hermosa». Una leyenda que explica el origen del nombre dado a esta tierra: Formosa.

     

    La isla de Taiwán, con sus montañas escarpadas y su vegetación tropical, tiene una historia de lucha y revolución cultural. Su folclore toca temas universales. Combina influencias teatrales con canciones y música. Los instrumentos musicales se manejan con arte, y los fluidos bailes se adornan con un sinfín de volubles accesorios y extravagantes trajes.

     

    Los taiwaneses son alegres por naturaleza. Su calendario está repleto de festividades en las que destacan la danza, la música y los fuegos artificiales, con miles de farolillos iluminados con formas y colores mágicos. El conjunto folklórico «Yuan Yuan Dancing Group», creado en 1994, canta y baila las tradiciones más originales de la isla. Esta compañía ofrece un nuevo aspecto de la danza taiwanesa y una nueva vitalidad a la danza tradicional. Su serenidad se debe probablemente a que está formada por los mejores bailarines y músicos de la isla. En cuanto a la belleza, se manifiesta en infinidad de detalles: el maquillaje, que es un arte en China, la suntuosidad de los trajes, cuyos colores y formas se deben al propio material del que están hechos, seda pura como sólo los chinos saben tejerla.

     

    A estas cualidades se añade la variedad del espectáculo, las máscaras, los accesorios, los vuelos de plumas o las mangas largas con las que las artistas dibujan «arabescos locos». Si añadimos las sombrillas de papel, las chinas las utilizan como artificio para despertar la curiosidad del espectador, más que para disimular su belleza.

     

    A través de sus bailes, música y canciones, esta compañía transmite un mensaje de amor y paz. No hay duda de que lo apreciarás.

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